Este proyecto es parte de un riguroso proceso de diseño y colaboración junto a nuestro colega y amigo Daniel Oliva , un proyecto que parte desde el reconocimiento de una esquina, y el desafío de vincular interior y exterior.
Se genera un espacio fluido para los clientes, con tótem de autoservicio y un gran mesón de atención protagonista, en donde la diversidad de equipos son unificados por una placa continua de mármol.
El exterior fue tratado con un revestimiento de madera vertical pintada y toldos en los dos grandes accesos, así se conforma una fachada cálida y elegante, y un espacio de terraza escalado y acogedor, en donde se genera una transición hacia un interior de doble altura iluminado, si deseas tomar un rico helado, no dudas en visitar este hermoso local habilitado que abrió sus puertas al público hace ya unas cuantas semanas.